domingo, 16 de febrero de 2014

Yacana

La Yacana es un alma protectora de las llamas que se encuentra en el cielo, se puede observar como una constelación. Cuando tiene sed, desciende de los cielos y bebé agua de los manantiales. A ella se le puede reconocer por tener la forma de una mancha negra con un largo cuello. 

Cuando la Yacana cae sobre una persona se hace evidente una lana multicolor que le cubre, solo es posible quitársela con la ayuda de varios hombres. Se dice que si se consiguen dos llamas y se adora esa lana, al día siguiente la cantidad de camélidos aumentará. Además, la Yacana nos protege bebiendo el agua del mar evitando que este inunde al mundo. 

Nishobo

Nishobo es un ser que posee una enorme cabeza y por eso siempre chocaba contra los árboles. Además tenía pies largos que arrasaban con la hierba y ramas que se encontraban a su alrededor. Cuando tenía hambre iba por los ríos en busca de peces o por la tierra buscando cuadrúpedos. Nishobo tenía una cuenta pendiente con los humanos quienes le robaron todos sus cultivos, por ello, hasta el final de sus días los persiguió.

Desde que el Nishobo desapareció, el pueblo shipibo puede sembrar sin dificultad.

Bufeo

El bufeo es un delfín rosado que vive en los ríos de la amazonía. Mide alrededor de dos metros y medio y pesa 150 kilogramos. Es el cetáceo más grande de las aguas dulces. Este animal no es peligroso, se alimenta de peces y crustáceos, no obstante, muchos de los pobladores le asignan valores malignos y mágicos.

Según la tradición, el bufeo, al salir del río, se convierte en humano y los atrae al agua. Las personas que caen en sus brazos mueren ahogadas. Esta historia se remonta a una relación que realizan las culturas amazónicas entre el delfín rosado y los dioses del agua. Para los pobladores chayahuita, ticuna y shipibo-conibo las historias son semejantes.

Iwa

Los iwas eran gigantes caracterizados por ser fuertes. Ellos perseguían a las personas aguarunas. Para este acto se valían de hachas de piedra y de trampas colocadas en plena selva. Por mucho tiempo los Iwas fueron los que poseían el fuego y las plantas comestibles. Todo esto culminó cuando los animales les quitaron estos insumos para dárselos a los humanos.

Viracocha

En el periodo de los Incas, se creía en Viracoha, un ser superior, quien había creado todo lo que existía. Se dice que este ser emergió de las profundidades del lago Titicaca para ordenar al mundo. Poseía siete ojos con los cuales podía ver todo a su alrededor. Como uno de sus actos dispuso que el sol y la luna suban al cielo y de esta forma se creo la luz. De la misma manera originó las montañas, los ríos y todos los accidentes naturales.
Luego de transformar el mundo, decidió poblarlo. Al inicio creo gigantes, pero estos eran enormes y brutales. Luego, creo a los humanos con quienes tenían una mayor semejanza Viracocha y les enseño a vivir en armonía. Sin embargo, al observar que ellos se peleaban continuamente Viracocha decidió llamar a Uno Pachacuti, un diluvio que arraso con la humanidad.


Referencia: Mitos y leyendas latinoamericanas (Javier Ocampo López)

Tungurbao

En la amazonia se habla del Tungurbao, un ser que podría ser catalogado como un genio del mal, otros dicen que es el genio del bien. También lo llamaban el hombre del Chacratok. Sin embargo, nadie puede dudar de que es un ser encantador. Existen señales que nos permiten creer que el Tungurbao está cerca: cuando uno se encuentra en pleno río del Marañón y siente correr el viento y el sonido de los árboles.



Referencia: Fábulas y leyendas americanas (Ciro Alegría y Dora Varona)

Ukuku

Los Ukukus son seres híbridos que nacieron de unión de hombres y osos. Esto lo demuestra el pelambre que cubre sus cuerpos y su gran fuerza a pesar de tener el rostro de un hombre. Se dice que generalmente su madre es humana. Estos seres pueden poblar desde Centroamérica hasta Argentina.


Se cuenta que las mujeres son raptados por los osos y recluidos en sus cuevas donde engendran a los Ukukus. A pesar de ser hijos de ambos seres, los Ukukus ayudan a su madre a huir del cautiverio en el que se encuentran, ocasionando disputas donde, por lo general, el oso es el que muere.

Por su parte, los Ukukus tratan de adaptarse a la vida humana, aunque no resulta fácil. Ha ocurrido que los Ukukus han utilizado su fuerza en una falta de comprensión.  Ellos son educados por el párroco del pueblo.

Sin embargo, estos seres huyen del lugar porque advierten que toda la adaptación solo es una excusa para exterminarlos.


Referencia: Breve Bestiario Peruano (Daniel Cosssíos)